DJI y BYD han unido fuerzas para lanzar una innovación sorprendente en el ámbito de la movilidad y la tecnología aérea. Se trata de una estación de vuelo para drones que se instala en el techo del coche y que permite grabar trayectos con una precisión cinematográfica. Aunque el concepto parecía futurista cuando se filtraron los primeros vídeos y renders, ahora es una realidad en el mercado chino.
Este sistema, totalmente automatizado, permite desplegar un dron DJI desde el techo del vehículo con solo tocar un botón en la pantalla del automóvil. La idea es que el cuadricóptero pueda despegar, seguir la ruta del coche y grabar imágenes espectaculares sin que el conductor deba preocuparse por pilotarlo.
Inteligencia artificial y automatización total
DJI, líder en el mercado de drones, ha dotado a este sistema de una integración avanzada con los vehículos de BYD. El dron, equipado con inteligencia artificial y sensores de última generación, es capaz de seguir el movimiento del coche de manera autónoma, evitar obstáculos y grabar imágenes de alta calidad sin intervención del usuario.
La estación de vuelo gestiona el despegue y aterrizaje del dron, pero también se encarga de su recarga y almacenamiento. Al finalizar el vuelo, el dispositivo regresa automáticamente a su base, donde se pliegan las compuertas para protegerlo y comienza el proceso de carga para su próximo uso. Mientras tanto, las grabaciones se transfieren al sistema de entretenimiento del coche, donde pueden visualizarse y editarse mediante herramientas integradas.
Este nivel de automatización convierte la experiencia en algo accesible para cualquier usuario, sin necesidad de conocimientos previos sobre drones. Basta con activar la función en la pantalla del vehículo para que el sistema gestione todo el proceso.
Un precio sorprendentemente accesible. El sistema de vuelo de DJI y BYD ya está disponible en China por un precio de 16.000 yuanes, aproximadamente 2.046 euros. Sin embargo, el dron debe adquirirse por separado, lo que eleva la inversión total a unos 3.500 euros. Aunque esta cifra puede parecer elevada, lo cierto es que el costo es razonable considerando la tecnología involucrada y la integración con los vehículos BYD.
La combinación de una estación de vuelo automatizada, un dron de alta gama y un sistema de edición impulsado por inteligencia artificial sitúa a este producto en una categoría única dentro del mercado tecnológico y automotriz.
Un invento que difícilmente llegará a otros mercados. A pesar del entusiasmo que ha despertado esta innovación, su comercialización fuera de China parece poco probable en el corto plazo. Las regulaciones sobre el uso de drones en distintos países, especialmente en Europa, podrían suponer un obstáculo significativo para su implementación. En España, por ejemplo, las normativas actuales imponen restricciones estrictas sobre el vuelo de drones en zonas urbanas y cercanas a vehículos en movimiento, lo que dificultaría la adopción de este sistema.
Aun asi, la propuesta de DJI y BYD marca un hito en la convergencia entre la tecnología aérea y la automoción, abriendo nuevas posibilidades para el futuro del entretenimiento y la movilidad inteligente.