Napster, el nombre que marcó el nacimiento de la música digital a finales de los años noventa, está de vuelta. Esta vez, su objetivo no se basa únicamente en reproducir canciones, sino que también busca transformar la forma en que los artistas y fans interactúan. Tras su adquisición por parte de Infinite Reality por 207 millones de dólares, Napster se reinventa como un espacio inmersivo y social que va más allá del streaming tradicional.

Del streaming a la experiencia social inmersiva
Infinite Reality, conocida por su trabajo en experiencias digitales y herramientas basadas en inteligencia artificial, quiere aprovechar la marca y el legado de Napster para crear una comunidad donde la música se viva colectivamente. Con tecnologías de realidad extendida, IA y gamificación, el objetivo es que los músicos tengan un control total sobre sus comunidades, ingresos y presencia digital.
La hoja de ruta contempla herramientas para que los artistas diseñen sus propios espacios virtuales y comercialicen contenido exclusivo, entradas y mercancía física o digital. A su vez, la plataforma incorporará asistentes inteligentes para personalizar la atención al fan, y sistemas de análisis avanzados que permitan interpretar su comportamiento y diseñar estrategias de fidelización.
La operación no supone un borrón y cuenta nueva, sino una evolución sobre una base sólida: Napster es la plataforma musical en línea más longeva del sector y ha distribuido más de mil millones de dólares entre músicos y compositores. Con un catálogo que supera los 110 millones de canciones, su integración en el entramado de Infinite Reality asegura ampliar aún más su alcance y propuesta de valor.
El actual CEO de Napster, Jon Vlassopulos, mantendrá su cargo y ampliará sus funciones dentro de la estructura global de Infinite Reality. Su experiencia previa en Roblox, donde impulsó conciertos virtuales y experiencias musicales con millones de usuarios, encaja con la nueva visión de la plataforma. Según Vlassopulos, la música ha entrado en una nueva era en la que escuchar ya no basta: los fans buscan participar, interactuar y formar parte de la narrativa de sus artistas favoritos.
Por su parte, el CEO de Infinite Reality, John Acunto, asegura que la visión es crear una web tridimensional donde cada creador tenga herramientas modernas para monetizar su arte y cultivar comunidades activas. El objetivo no es competir con gigantes del streaming, sino cuestionar sus cimientos.
A 25 años de su debut, Napster se prepara para una segunda vida más allá de las descargas y listas de reproducción. Ahora, busca ofrecer entornos virtuales, experiencias compartidas y una comunidad donde los fans y artistas estén más conectados que nunca. Donde antes hubo descargas, ahora habrá entornos virtuales. Donde antes hubo listas de reproducción, ahora habrá experiencias. Y donde antes hubo anonimato, ahora habrá comunidad.